jueves, 15 de octubre de 2015

Consultorio LUO: No quiero perder a mi hijo


Estimada, Ñusta Andrea.

O la poetisa rebelde, como prefieras.

Nos conocemos y te considero una gran amiga a pesar de la diferencia de edad entre nosotras.

Lo mismo digo.

Me es difícil hablar y aún más escribir lo que me está pasando pero necesito contárselo a alguien y he querido decírtelo personalmente pero me cuesta, mucho.

A veces puedo ser algo intimidante, pero ten la certeza que siempre te escucharé.

Sin embargo este tema se me está saliendo de las manos y por lo que te conozco y veo en ti, sé que encontraré las palabras o a lo mejor la solución a mi problema.

Lo dudo, pero continúa.

Como ya sabrás, mi hijo es homosexual y aunque no lo hemos hablado tú y yo, lo sabes y me imagino que tienes una opinión pero a lo mejor por miedo o cariño no me has comentado nada al respecto y yo menos pero necesito ayuda. Conoces mi historia y el círculo en el que me he manejado, la familia religiosa que tengo y mis pensamientos, sabes que voy a la iglesia todos los domingos, leo la biblia, creo en Dios, me he criado de esta forma, he elegido este camino por lo tanto se me hace imposible entender lo que mi hijo me ha dicho.  

Lo sé, tengo una opinión, te tengo cariño, conozco tu historia y te entiendo.

Pero a pesar que no lo entiendo y no lo condeno, todo lo contrario: lo amo, no sé cómo acercarme a él para demostrarle mi cariño y que a la vez comprenda que no puedo aceptar la vida que ha elegido.

Si hablamos del tema discutimos, nos lastimamos con nuestras diferentes opiniones, él ya es un joven que debería estar formando familia pero tengo miedo de lo que le pueda pasar. Porque seamos sinceros, el camino que eligió está lleno de peligros. Ya no viene a visitarme, casi ni hablamos, su padre no quiere verlo y yo a pesar de todo necesito saber de él, que está bien, que me necesita como yo lo necesito, porque lo llevé nueve meses en mi barriga y lo crié de la mejor forma que pude y querida amiga, no quiero perder a mi hijo.

Sé que estás esperando ayuda de mi parte pero no te la voy a dar.

Por la simple razón que no puedo. No puedo hacerlo a través de esta columna, ni con unas palabras que a lo mejor aliviarán la pena pero no solucionarán el problema.

Soy tu amiga y amiga de tu hijo, los conozco a ambos y he podido notar la calidad de personas que son y el carácter que ambos tienen. El mismo carácter que llevó a tu hijo a confesarte sus sentimientos y que te llevó a decirle tu opinión al respecto. Ambos tienen sus ideas claras y sería una pérdida de tiempo cambiar eso, pero ambos se aman lo cual lleva a que estas diferencias les duelan y lastimen.

Tu hijo conoce tu posición respecto al tema, sabe también la crianza que tuviste y no quiere cambiar esas ideas o que de la noche a la mañana seas parte de algo que para ti es desconocido o “inapropiado” (me lo ha dicho), y ahora a través de tu carta puedo ver que lo que buscas realmente (me imagino que después de un largo proceso), es simplemente darle amor, no pasar a ser dos extraños, o como tú dices, no perder a tu hijo.

Lo importante es que no sigan dejando pasar el tiempo y que todos esos miedos se conviertan en realidad. Búscalo, dile que lo amas, que es bienvenido, porque nada ha cambiado, porque sigue siendo ese hijo que llevaste por nueve meses y criaste de la mejor manera que pudiste, que su sexualidad no sea tema, él es lo suficientemente grande para saber las consecuencias, no de ser homosexual, sino de la vida misma; porque amiga mía, cualquier camino que decidamos tomar está lleno de peligros pero también de satisfacciones.

Quiero aplaudir tu honestidad y valor para escribirme, sabiendo que iba a ser publicado, por su puesto respetando el anonimato pero no es fácil y sé que no lo será cuando decidas hacerlo con tu hijo.

Mi único consejo es que no dudes, no te quedes en el medio. O entras o sales, pero no te quedes en la puerta mirando y lanzando mierda. Así que toma una decisión, no pienses en las palabras, no te midas y hazlo. Dale un abrazo lleno de amor y sin temor, porque jamás perderás a tu hijo.

Gracias porque a pesar de las miles de diferencias que tenemos, eres una chica capaz de amar cada una de ellas.

Cariños.

A ti por la confianza, nos debemos una larga conversación en persona.

Yo invito.








2 comentarios:

  1. Gracias amiga por darte el tiempo. Te quiero mucho

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    1. Gracias a ti! me alegro que te haya gustado. Nos vemos pronto ;-)

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