domingo, 23 de agosto de 2015

Nunca había sido tan cool estar en prisión




Puede sonar raro, estúpido e incluso digno de un estudio psicológico pero hace unos años me ha estado rondando por la cabeza ir a prisión y no de visita o como en el Monopolio; tengo la seria intención de ser una prisionera.

Por una necesidad de ser “dominada” y privada de libertad (situación contraria a mi realidad) he programado todo lo que podría pasarme y quisiera que ocurriera en el caso hipotético de ir a prisión. Es un pensamiento complejo de explicar pero se basa en que me siento capaz de lograr muchas cosas en mi vida sin embargo estar presa no está dentro de mis posibilidades. Es una utopía. 


¡Sé lo que estás pensando mamá! tanta película o libro me zafó un tornillo (también) pero por esta loca idea, de la cual hablaremos en otra oportunidad, me puse a buscar todo tipo de información que me diera cierta noción de lo que podría pasarme dentro de una prisión. Y es así como a finales del 2013 por Netflix llego a una serie mundialmente conocida (El post de hoy es sobre una serie, no tiene que ver con mi historia, lo siento) 

¡Sí! esa de la cual todos hablan. ¡Aja! La que ganó un Emmy. Esa que está basada en un libro autobiográfico. ¡Ojos locos, ojos locos!. ¡Lesbians, lesbians everywhere!.  La de la naranja que no es mecánica pero nunca pasa de moda. ¡Sí mamá!...¡Orange is the new black!.

Para los que no saben (dudo que sean muchos), la serie gira entorno a Piper, quien es enviada a prisión por llevar dinero de la droga para su ex novia, Alex…(Más sobre la serie)

Esta ficción (porque tampoco nos vamos a creer todo los que nos venden), ha logrado captar la atención tanto del público como de la crítica y a pesar de que la última temporada no ha sido de mis favoritas, debo reconocer el buen trabajo en la producción, el elenco de actores, diálogos y la combinación de drama /comedia.

http://twitter.com/oitnb



¡Mujeres al poder!: No quiero sonar feminista pero necesitaba una historia donde las protagonistas sólo fueran mujeres y no las típicas desesperadas o la de “casos de la vida real”. Incluso así, es una serie para todos.


Crítica al sistema penitenciario: En el libro se puede apreciar los diferentes obstáculos que debe pasar la autora y en la serie por medio del humor negro se llevan a palestra las diferentes situaciones de abuso que se viven dentro de una cárcel de mujeres en Estados Unidos.

Sí qué lo pasan bien: A pesar de ser una serie marcada por la tragedia y las fuertes historias de cada personaje, los creadores han sabido usar la comedia permitiendo que la trama sea en ocasiones ágil y liviana porque no todo en una prisión son penas y llantos.

Todos tienen algo que contar: El amor/pasión/odio de Piper y Alex definitivamente es lo que más acapara la atención pero no podemos negar que cada personaje ha sido construido e interpretado magistralmente dándole cadencia a la serie y privándonos a la posibilidad de escoger un personaje favorito (¡Dios! Todos son geniales).

Flashback: Juegan un papel preponderante ya que permite contarnos las historias detrás de cada personaje y el cómo llegan a ser prisioneras, uniendo de manera natural  el pasado y presente.

Sostener que OITNB es una producción sólo para mujeres o que se les va de las manos lo de “ficción”, sería injusto y aunque las primeras temporadas me han parecido mejores que la última (repito), después de cada capítulo final siempre quedo con ganas de MÁS.

Bien, me pasaría el día hablando de esta serie y ni que me dieran regalías por hacerlo. Te invito a verla y juzgarla por ti mismo.








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