domingo, 21 de junio de 2015

Hedwig para el resfrío

"Para poder ser libre, uno tiene que sacrificar una pequeña parte de si mismo" 
Hedwig and the Angry Inch 



Nunca había estado tan feliz de estar resfriada y tener que estar en cama por horas (excepto cuando podía faltar al colegio), hasta hace unos días que tuve la oportunidad de descubrir una de esas joyitas musicales que nunca es tarde para conocer.

Gracias a ese resfrío no me quedó otra opción que pasar el tiempo viendo algunos videos y por mi obsesión hacia Neil Patrick Harris y Broadway, llegué a un video de la presentación de él en los Tony Awards del 2014 con el elenco de “Hedwig and the angry inch”. 



Para los que no saben ésta obra es un musical off-Broadway que posteriormente se adaptó al cine en una película que lleva el mismo nombre y la cual es aclamada tanto por el argumento como por el soundtrack.

Debo admitir que la primera vez que lo vi,  no entendí NADA pero me fascinó la interpretación de Neil y me resultó interesante (rara) la puesta en escena. Luego de averiguar y ver la película quedé completamente enamorada de la historia y de la actuación de John Cameron Mitchell – Escritor, director y actor principal de la cinta que junto al compositor Stephen Trask crearon uno de los soundtrack más atrevidos  y adelantados de la época.

Y eso es lo que hoy nos convoca (por más que quiera hablar de lo inteligente y desgarradora de la historia o el por qué de … “and the angry inch”), la música de esta obra de culto pasa a ser uno de los protagonistas fundamentales.

Pero también para hablar de ello, debo explicar que en la historia “Hedwig and the angry inch” es una banda de punk rock. Hedwig, líder de la banda, se hace llamar a sí misma “una compositora mundialmente desconocida”, y así se presenta en cada actuación en los peores locales de la geografía estadounidense. La idea de esta banda nace de la tradición neoyorkina de drag queens que hacían actuaciones imitando a ídolos del rock tales como David Bowie, Velvet Underground o Blondie. De hecho, en las primeras actuaciones de esta banda, se tocaron versiones de estos y otros grupos del mismo estilo.


Cada una de las canciones de esta película tienen un significado o describen un sentimiento personal de Hedwig (la protagonista), es su principal vía de escape. Cada vez que el amor la condenaba, la música la salvaba.



Y sin más que decir, alistemos los sentidos, pongámonos cómodos que es hora de presionar PLAY:


Tear me down:  Canción en la que se compara al muro de Berlín, símbolo de una unidad (Berlín) partida en dos, al igual que Hedwig también está dividida por una gran cicatriz. Carta de presentación en el show y muestra clara del estilo musical de la banda.


The origin of love: Una balada donde la letra es el todo. Esta canción está inspirada en el mito de La Caverna de Platón, mito que da origen a la expresión “amor platónico”. Describir esta canción sería un pecado, lo mejor es escucharla.


Sugar Daddy: Esta vez voy a compartir la versión de Neil Patrick Harris porque a diferencia de la original es más rápida y le da más potencia que es lo que siento yo que debe tener esta canción donde Hedwig cuenta como conoció a su primer amor.


Angry Inch: Tengo que admitir que esta canción es una de mis favoritas por la mezcla de dramatismo y humor. Comienza con la irónica frase que la madre de Hedwig le dijera cuando anunció que iba a casarse con Robinson: “To be free, one must give up a little part of oneself” (Para poder ser libre, uno tiene que sacrificar una pequeña parte de sí mismo), que hace referencia a cómo Hedwig logró salir de la Alemania comunista: renunciando a su pene. Gran potencia de bajos y batería.


Wig in a box: El símbolo de Hedw¡g por excelencia es su característica peluca. Mientras que cuando disfrutaba de la vida de ama de casa americana solía lucir una peluca más clásica y aburrida, cuando su marido la abandona decide ponerse la peluca rubia que luego la caracterizará y tomar así las riendas de su nueva vida. Todo esto lo canta la propia Hedwig en su canción.


Wicked little town: Los instrumentos y la voz se mezclan para una composición llena de magia donde tomar las riendas de tu propia vida no es siempre tan fácil como parece. Para poder vivir por sí misma, Hedwig tuvo que trabajar como niñera y prostituta, al mismo tiempo que formaba su primer grupo de música en Kansas Junction. A esta ciudad le dedicó la canción.


Hedwig’s Lament y Exquisite Corpse: Estas canciones se enlazaron para hacer gala de coraje y lucha estallando en la locura tanto la letra y la música van a ese compás, muestra del rock esencia de la banda.


Midnight Radio: Canción en la que Hedwig recuerda aquellos días de su infancia de escuchar incansablemente la radio americana. Esta canción está dedicada a todos estos extraños rockandrollers que inspiraron a la propia Hedwig, a quien les pide que aguanten y que sigan adelante.



Si deseas escuchar más sobre "Hedwig and the angry inch", aquí te dejo el album completo:





Como dije anteriormente la música en esta película es el protagonista. Y cada una de las canciones es un símbolo de amor en todo el sentido de la palabra, un himno a la fidelidad de los sentimientos. 


Valió la pena el resfrío ¿no?.






Actualmente se encuentra en cartelera en Broadway con la interpretación de Darren Criss como Hedwig. 
                                                                








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